November 13, 2017

Actualización de los nombres comunes de las aves de México II

El día 11 de noviembre de 2017, con la modificación de nombres comunes de las especies de la familia Thraupidae (orden Passeriformes), concluyó la labor de actualización de nombres comunes de las especies de la clase Aves dentro de la plataforma Naturalista. Si lo desean, pueden leer mi nota anterior: http://www.naturalista.mx/journal/ivanresendizcruz/12490-actualizacion-de-los-nombres-comunes-de-las-aves-de-mexico-i.

De las 1 115 especies de aves mexicanas, los nombres comunes de 545 de ellas (es decir, el 49% del total) permanecieron sin cambios. Los restantes 570 nombres (51%) experimentaron modificaciones leves (escritura y gramática) a radicales (e.g., de "bolseros" a "calandrias"; de "trogones" a "coas"; de "mosqueros" a "papamoscas"; de "cuitlacoches" a "cuicacohes"; de "tángaras" a "pirangas"). De estos 570 nombres comunes, 76 de ellos habían sido previamente actualizados, ya sea por la misma plataforma o por otros usuarios. Por lo tanto, fueron 494 nombres comunes los actualizados directamente por mí, siguiendo el listado publicado por Berlanga et al. (2017).

Las familias con una mediana proporción de nombres modificados fueron: Odontophoridae, Columbidae, Trochilidae, Rallidae, Alcidae, Laridae, Procellariidae, Strigidae, Picidae, Vireonidae, Fringillidae, Passerellidae, Parulidae, Cardinalidae y Thraupidae.

Las familias en las que todos o casi todos los nombres comunes fueron actualizados fueron: Caprimulgidae, Nyctibiidae, Hydrobatidae, Ardeidae, Trogonidae, Momotidae, Tyrannidae, Tityridae, Corvidae, Sittidae, Troglodytidae, Mimidae e Icteridae. Es en estas familias donde la adopción de la nueva nomenclatura puede resultar un poco confusa al principio, pero con el uso y la práctica iremos acostumbrándonos. El resto de familias tuvieron pocos o ningún cambio.

Con esta actualización de nombres comunes, puede decirse que Naturalista "ya habla el mismo idioma" que las otras dos grandes plataformas relacionadas con las aves mexicanas: aVerAves (eBird; http://ebird.org/content/averaves/) y AVESMX (http://www.avesmx.net/), que desde 2016 adoptaron la nomenclatura propuesta por Berlanga et al. (2015). De esta forma, se evita la confusión que podían tener algunos usuarios que compartían sus listados en aVerAves y que luego subían sus registros a Naturalista, o al revés. Además, las personas que recién se interesan por las aves, y también los veteranos y experimentados, contarán con una nomenclatura estandarizada en cualquier plataforma que consulten.

Espero que este trabajo beneficie a todas las personas que utilizamos Naturalista como una herramienta para compartir y aprender.

Saludos cordiales,
Iván.

C.c.p. @negronahual, @carlos2

Posted on November 13, 2017 08:36 AM by ivanresendizcruz ivanresendizcruz | 6 comments | Leave a comment

November 09, 2017

Conductas poco éticas y conflictos en Naturalista

En lo particular, no me gusta entrar en conflictos ni controversias, por lo que siempre trato de evitarlos. Sin embargo, cuando me atacan, y más de forma injusta, claro que me defenderé, siempre con la finalidad de aclarar la situación. Hace días, me enviaron los mensajes que un par de usuarios particulares de esta plataforma hicieron sobre mí en un grupo de Facebook. Desconozco si es la primera vez que hablan sobre mí, pero supongo que no. Debido a que dichos mensajes se compartieron en una red social pública, hago lo mismo en esta.

En tales mensajes, Alexis López (@alexiz) escribe, y lo transcribo tal cual: “Lo que puede lograr un likero en poquísimos días, que digo días, horas… 2do. lugar con 61575 LIKES [refiriéndose a otro usuario de Naturalista]. De igual forma el primer lugar [refiriéndose a mí] es puro like pero ya pasa desapercibido, supongo la costumbre de verlo ahí,,, como ven?”. Dentro de la misma conversación, Carlos Velazco (@aztekium) comenta, en referencia al número de mis identificaciones: “No creo que esté en tela de duda la capacidad y conocimiento de las personas. 60 mil ids? Sabes como se logra eso?”. Alexis López añade: “…el otro [es decir, yo] llevaba hace días 1000 y cacho de id, etc., eso que alguien me diga no son likes, entonces que son?”. Debo mencionar que yo no pertenezco a ese grupo de Facebook, por lo que este tipo de conductas me parecen reprobables y poco éticas, porque la persona de la que se habla no tiene conocimiento, y mucho menos tiene voz ni derecho de réplica.

A lo que estos usuarios se refieren como “likero” es a una persona que da “confirmar” a un registro que tiene más de dos confirmaciones de ID, es decir, la del usuario propietario de la imagen y la de otro que está de acuerdo con la ID. En este caso, a partir de la tercera confirmación, la contribución a la ID, podría decirse, es nula. Debo reconocer que en mis inicios dentro de la plataforma sí hice “likeo” (como muchos otros usuarios novatos), y de hecho el mismo Alexis me escribió sobre la situación. Corregí esa conducta, e incluso ahora yo mismo, cuando me percato de que otro usuario hace lo mismo, le comento amablemente, pero siempre recalcando que no está mal y que tiene todo el derecho de hacerlo.

Lo que es injusto, es que ambos usuarios digan que mis IDs son “puro like”. Los invito a ellos a que revisen los registros de aves de los últimos meses, y se percaten del número de registros donde soy el tercer like o más, contra el número de registros donde soy el segundo o incluso el primer usuario en dar o corregir una ID. Y no sólo de aves, también de otros grupos biológicos. Me gusta revisar, confirmar y corregir; además, siempre trato de dar pistas e información a los usuarios para ayudar a su propia capacidad de identificación. En pocas ocasiones soy el tercer “like”, y lo hago sólo en registros de las personas que sigo o en los que me parecen particularmente interesantes; pueden confirmarlo ustedes mismos.

Carlos Velazco pregunta: ¿cómo lograr 60 mil IDs en menos de un año? Las aves son uno de los grupos (sino el que más) con mayor ingreso de imágenes a la plataforma. ¡Hay usuarios que suben hasta 100 imágenes de aves en un día! En adición, prácticamente a diario y a lo largo de todo el día estoy al pendiente de los registros; los demás compañeros usuarios se darán cuenta de ello. ¿En realidad soy sólo un “likero”? Con ese tipo de calificativos y expresiones sin fundamento, el trabajo y tiempo que he dedicado a Naturalista se demerita y se subestima, entonces ¿cualquier usuario que gradualmente incremente su actividad en la plataforma será estigmatizado de la misma forma?

Hace tiempo me dediqué a revisar registros de aves de hace años, para confirmarlos o corregirlos. Pueden leer mi post: http://www.naturalista.mx/journal/ivanresendizcruz/11238-sobre-registros-olvidados-identificaciones-erroneas-y-sorpresas. Pregunto: ¿existe alguna molestia por el hecho de que he corregido muchas IDs erróneas de ustedes, Alexis y Carlos? A Carlos Velazco incluso le escribí en privado, indicando que confirmaba IDs incorrectas de aves. ¿O el malestar es que estoy en la tercera posición de identificaciones, llevando tan poco tiempo en la plataforma? ¿Acaso ese top ten debe ser perpetuo o es un grupo de élite? Porque si ese es el caso, creo que me despejarían muchas dudas.

¿Mi meta es estar en un top ten? No. ¿Persigo algún premio? Tampoco. Quizá para algunas personas eso sea lo único importante. Yo hago esto porque disfruto compartir lo que sé, ayudar a la comunidad y aprender de otras personas; y lo hago de forma desinteresada y voluntaria. He encontrado buenos amigos y colegas; he visto el crecimiento que han tenido muchos usuarios, aficionados y profesionales. ¿Que no es esa la finalidad de Naturalista? Llevo apenas año y medio en esto, pero me encuentro con este tipo de actitudes. ¿Han pensado que con esas formas de actuar se pierde el objetivo de divulgación y generación del conocimiento científico, y desalienta a las personas que recién se integran a la plataforma? Mientras algunos usuarios de Naturalista se presten a hablar de otras personas sin su conocimiento en grupos cerrados de Facebook, a conflictos absurdos de ego, a carreras numéricas sin sentido y a la búsqueda de un premio, antes que privilegiar la ayuda a la comunidad y al conocimiento científico, los objetivos de la plataforma serán limitados y se verán opacados.

IRC.

Posted on November 09, 2017 09:42 PM by ivanresendizcruz ivanresendizcruz | 3 comments | Leave a comment

November 05, 2017

Actualización de los nombres comunes de las aves de México I

En el mundo existen 10 694 especies vivientes de aves (Gill y Donsker 2017), de las cuales, 1 107 habitan en México (Berlanga et al. 2017). Estas cifras precisas hacen de las aves una clase particular: pocos grupos biológicos son tan bien conocidos como las aves, tanto que la probabilidad de encontrar una nueva especie es muy baja si se compara, por ejemplo, con los insectos.

A cada especie descubierta y descrita se le asigna un nombre científico único, en latín o latinizado y binomial, es decir, que consta de un epíteto genérico y uno específico. Ningún nombre científico se repite, por lo que es como una "huella digital", y es universal, porque no varía según la región geográfica. No obstante, no sucede lo mismo con los nombres comunes que son dados por la gente.

Los nombres comunes cambian según las regiones, épocas y culturas. En un país como el nuestro, que posee una diversidad natural y cultural extraordinarias, no es de sorprender que existan un sinfín de nombres comunes para las aves mexicanas. Algunas especies, sobre todo las ampliamente distribuidas o muy abundantes, pueden tener varios nombres comunes, sea en español o en un idioma autóctono. Por ejemplo, a Pyrocephalus rubinus, un tiránido distribuido prácticamente en todo México, se le conoce como "cardenal", "cardenalito", "petirrojo", "tutubixi" o "chapitirrín", dependiendo del lugar que se visite. Por otra parte, el mismo nombre común puede ser utilizado para más de una especie: para la gente, un azulejo puede ser un Sialia, un Aphelocoma, un Cyanocitta stelleri, un macho de Passerina caerulea o ¡casi cualquier otra ave azul!

Aunque son parte de nuestra cultura, los nombres comunes pueden generar confusiones (sin demeritarlos), por lo que su estandarización facilita la comunicación entre aficionados, científicos y la población general. Hace un par décadas se propusieron los primeros listados de nombres comunes estandarizados para las aves de México, muchos de los cuales aún se utilizan en Naturalista. Empero, muchos de ellos son confusos, obsoletos, son malas traducciones del inglés o no dan prioridad a los aspectos descriptivos de la especie. Fue hasta 2015 que Berlanga y colaboradores editaron la lista actualizada de nombres comunes, que fue nuevamente actualizada en 2017.

Otras plataformas como eBird (AverAves) y AVESMX ya han adoptado la nomenclatura de Berlanga et al. (2017), pero no así Naturalista. Por esta razón, me he propuesto llevar a cabo esta tarea de actualización. Algunos nombres comunes permanecerán sin modificaciones, otros experimentarán cambios de escritura (e.g., de "Junco ojo de lumbre" a "Junco Ojos de Lumbre"; notar las mayúsculas y los plurales), mientras que en otros los cambios serán importantes (e.g., de "bolseros" a "calandrias"; de "trogones" a "coas"). La actualización será gradual y se seguirá un orden filogenético, de tal suerte que comenzaré con los tinamúes (Orden Tinamiformes) y terminaré con los pájaros (Orden Passeriformes).

Si deseas consultar los trabajos en extenso de Berlanga et al. (2015, 2017), puedes descargarlos de forma gratuita desde las siguientes ligas:
http://www.biodiversidad.gob.mx/especies/scripts_aves/docs/checklist_aves_mexico_2015x.pdf
http://www.biodiversidad.gob.mx/especies/scripts_aves/docs/lista_actualizada_aos_2017.pdf

De especial interés para: @andresebastian, @elrayman210, @joanroma, @panza_rayada, @biolram, @luismauriciomenaparamo, @charro, @xenarthro, @osprey_alejandre

Saludos. IRC.

@negronahual, @carlos2

Posted on November 05, 2017 06:36 AM by ivanresendizcruz ivanresendizcruz | 11 comments | Leave a comment

August 19, 2017

Sobre registros olvidados, identificaciones erróneas y sorpresas

Las aves me fascinan. En realidad no conozco a alguien a quien expresamente no le gusten las aves; la mayoría de nosotros las asociamos con belleza, libertad, paz. Aunque todas las formas de vida son maravillosas, las aves, con su diversidad de morfologías, colores y conductas, me cautivaron desde pequeño. El interés se avivó cuando tenía 20 años y estaba a mitad de la carrera de Biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM, hace ya seis años.

Hace poco más de un año (abril 2016) creé mi cuenta en Naturalista, con el fin de compartir algunas de las imágenes que tenía- y digo algunas, porque perdí muchas o tontamente las borré porque "ocupaban demasiado espacio en mi disco duro". Poco a poco fui más asiduo a la plataforma, hasta el punto en que era casi adictivo revisar los registros de aves (y con el tiempo, de otros grupos biológicos).

No es de extrañar que las aves sean uno de los grupos mejor representados en Naturalista. Son animales conspicuos y atractivos, lo cual facilita la acumulación e ingreso de gran cantidad de fotografías. Por la misma razón, son muchos los registros que quedan olvidados, a la espera de ser identificados, o bien, que están mal identificados y necesitan corrección.

A principio de agosto de 2017, me di a la tarea de revisar cerca de 8,000 registros de aves en esa situación, algunos de hace tres o cuatro años. En algunos de ellos era francamente imposible saber de qué especie se trataba, a lo más que podía hacerse era decir "Passeriformes", "Accipitridae", "Trochilidae", "Empidonax" o incluso "¿esto es un ave siquiera?". Sin embargo, en otros sí que fue posible identificar o corregir.

Cerca de 3,500 registros fueron corregidos e/o identificados a nivel de especie o género. No realicé esta labor titánica solo: la ayuda de Joshua Smith (@joshuagsmith), un joven estudiante estadounidense apasionado por las aves mexicanas, fue esencial. Varias madrugadas estuvimos "quemándonos las pestañas" frente a la computadora revisando, confirmando y corrigiendo cientos y cientos de registros.

¡Cuántos Contopus que en realidad eran Empidonax! ¡Eso no es Buteo albonotatus, es un Buteogallus! Eso parece Regulus calendula, pero es Vireo huttoni. ¡Y un montón de Selasphorus, Archilochus, Empidonax, Myiarchus e Icterus que se quedarán en género! Ni qué decir de la cantidad de registros para la planicie costera del Golfo de México de Tyrannus couchii, que podrían ser T. melancholicus (o al revés), pero ¿cómo saber sin escuchar las vocalizaciones? Además, me llevé varias sorpresas: ¿quién pensaría que sepultados estaban los escasos registros en Naturalista México del Colibrí Pecho Escamado (Phaeochroa cuvierii), del Colibrí Mihualteco (Eupherusa cyanophrys), del Mosquerito Cejas Blancas (Zimmerius vilissimus) o del Mulato Pecho Blanco (Melanotis hypoleucus)?

Esas horas de trabajo creo que valieron la pena. Me alegra saber que contribuí a mejorar la calidad de los registros, al menos para el grupo de las aves. Ahora que "voy al corriente", aún preparo mi café en las noches, el horario ideal para revisar los registros diarios: ¿qué sorpresas me deparará Naturalista el día de hoy?, ¿qué cosa nueva aprenderé? IRC.

Posted on August 19, 2017 05:19 AM by ivanresendizcruz ivanresendizcruz | 11 comments | Leave a comment

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