Estudié biología en la Facultad de Ciencias de la UNAM.

Desde entonces, he trabajado con ejidos forestales y comunidades indígenas de los estados de Durango, Zacatecas, Coahuila, Aguascalientes, Chihuahua y San Luis Potosí haciendo procesos de planeación participativa destinados al uso y conservación de la biodiversidad y fortaleciendo el desarrollo de capacidades entre ejidatarios en torno a la organización comunitaria. Esto me ha permitido platicar con la gente del campo acerca de la cacería de subsistencia y de la recolecta de miel, leña, hongos y plantas comestibles y medicinales, lo cual disfruto mucho, pues no deja de maravillarme el uso de la biodiversidad local en la comida tradicional mexicana.

En Durango tienen su casa, estimados naturalistas.